Capítulo 08
No estaba preocupada por mis muñecas; si Callian me despreciaba tanto, ¡no sería raro que perdiera la cabeza al día siguiente! Tratar con Sylvester era bastante difícil, pero para proteger mi cuello, también tendría que tratar de seducir a Callian... y era más fácil decirlo que hacerlo. La verdadera Ofelia había hecho demasiado para que ese plan saliera bien.
Pense para mí misma '¿Qué debo hacer?' y después de largas noches de solo pensar y pensar, finalmente encontré mi respuesta. 'Hacer lo que haría la protagonista femenina'.
En la novela, ella salvó a Callian logrando que se enamore de ella, pero esa no fue la única razón por la que la amaba; la Condesa había hecho mucho más que salvarlo. Algunas de las cosas se destacaron, así que yo iba a hacer lo mismo.
'Eso debería ser suficiente para cambiar la historia, ¿verdad?'
¿Esto haría que se enamorara de él? Bueno, sólo tenía que hacerlo y ver qué sucedía.
En primer lugar, restaurar mi relación con Callian era la máxima prioridad, y para que eso sucediera, pensé que hacer "eso" sería lo mejor.
"Irene", la llamé mientras tomaba el té, "¿Llegó alguna invitación a la fiesta del té de la Condesa de Cardell?"
La Condesa de Cardell provenía de una familia adinerada y de renombre. Además de eso, era amada por la ex Emperatriz, la madre de Callian, lo que significaba que poseía la última carta que le dejó al Príncipe.
'Por supuesto, ella no lo sabe'.
La Emperatriz anterior era conocida por ser alguien a quien le encantaba jugar trucos y por eso se aseguró de ocultarlo bien, pero yo lo iba a encontrar para Callian. Si lo lograba, él me vería de manera diferente. '¿Verdad?'
Estaba orgullosa del plan que se me ocurrió, pero vi cómo la cara de Irene se volvía extraña. Le pregunté: "¿Qué pasa?"
"Oh, no. Me sorprendió un poco que mencionara el nombre de la Condesa Cardell".
"¿Por qué?"
"Realmente no se lleva bien la una con la otra", respondió Irene con cautela, "para ser exactos, la odia. 'Todo lo que tiene es dinero, y solo finge ser noble', fue lo que dijo".
"Oh mi... ¿Lo hice?"
"Sí, así que cuando llegan invitaciones de la Condesa, me dice que las queme a todas".
Ofelia realmente era como un fuego furioso. Dejé salir una risa incómoda.
"Así que quieres decir... ¿Ya no quedan invitaciones?".
"Ninguna desde el primer baile real donde derramó agua sobre la cabeza de la Condesa; ella ha estado aterrorizada de usted desde entonces".
"Ja..." Exhalé un suspiro, sintiendo mi cabeza librada.
"¿Irá a su finca, Señora?"
"Me encantaría, pero no puedo ir porque no tengo una invitación".
"¿Oh?" Irene miró hacia arriba como si recordara algo. "Dijo que no necesitaba una invitación".
"¿Eh?"
"Solo necesita asistir y ella estará encantada de verla". Cerré los labios en lugar de responder e Irene murmuró: "Lo siento, no debería de ser tan grosera".
"Iré". Al darme cuenta de que estaba siendo demasiada conservadora, pensé que tal vez estaría bien vivir un poco más descuidadamente. "¿Nos prepararemos?"
Irene levantó la cabeza y se preparó para ayudarme.
La Condesa Cardell estaba en medio de comenzar su fiesta del té.
Se llamaba una fiesta del té, pero también era un lugar para presumir de su collar que estaba hecho de las conchas que los dragones bebés arrojaban mientras mudaban.
"¡Oh Dios, mira ese color!"
"¿Cómo puede ser tan hermoso?"
"Mira el rojo rubí del fuego en el centro, ¡qué collar tan hermoso!"
"Se ve increíble en la Condesa".
"¡Así es! ¿Quién más sería capaz de ponerse estos collares que no fuera la Condesa?"
La Condesa Cardell y sus amigas cercanas se turnaron para hablar una tras otra.
"El Conde es muy cariñoso. ¡No puedo creer que haya traído joyas tan preciadas para su esposa!"
"Eso es cierto, escuché que ustedes dos están dedicados el uno al otro. Hay muchos rumores circulando por la capital".
"Oh, te envidio. Dime cómo se pueden llevar tan bien, señora".
"¡Hohoho!" La Condesa Cardell sintió el ego crecer, feliz por los elogios que estaba recibiendo. "Creo que me veo como la más hermosa a los ojos de mi esposo".
"¿Sólo a los ojos del Conde? ¡No! ¡Todos pensamos que es hermosa! ¡Nadie en el Imperio es tan hermoso como usted!"
"¡Así es, así es!". Todas las señoritas gritaron de vuelta.
Era cierto, la Condesa Cardell era una mujer bonita con piel clara y pecas encantadoras. Pero cuando se dice: 'No hay nadie en el Imperio tan hermoso como la Condesa', ¿era algo correcto?
Estaba la Condesa Fleur, una belleza típica con cabello rubio colorido y hermosos ojos rosados. Y aunque no quisiera admitirlo, pero también estaba la malvada mujer, la Duquesa Ofelia, que siempre andaba por ahí con una sonrisa fría. En términos de apariencia, la Duquesa Ofelia era la mujer más bella del imperio a pesar de su temperamento sucio.
Sin embargo, no estaban presentes, por lo que las jóvenes elogiaron al máximo a la Condesa Cardell.
"Realmente envidio a la Condesa".
"¡Tiene un collar tan hermoso!"
"¡Por no hablar de su dulce esposo!"
"Quiero vivir como la Condesa. De verdad".
Los hombros de la Condesa Cardell se elevaron cada vez más alto. Invitó a las jóvenes a adularla y a elevar su autoestima a través de cumplidos.
Sin embargo, una de ellas, Lady Jasmine, era un poco tranquila y sombría, por lo que la estaba molestando, pero no le tomó mucha importancia ya que podía regañarla más tarde.
La condesa Cardell puso su mano en la caja del collar, acariciándolo. "¿Debería probármelo?"
"¡Oh, Dios! ¡Sí!".
"Creo que se verá muy bien en usted".
"¡Eso sería perfecto!"
Satisfecha con las respuestas, la Condesa Cardell sacó lentamente el collar de la caja.
Fue justo en ese momento.
"¿H-huh?" Una de las jóvenes señaló detrás de la Condesa Cardell. "¡P-Por allí...!"
'¿Por ahí?' La Condesa Cardell giró lentamente la cabeza, mirando inmediatamente la cara de la persona detrás de ella.
"La Duquesa... ¿Ofelia?"
Era Ofelia Ryzen
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